¡Y es que nos chifla!
Esta vez, con la euforia típica de los comienzos, fuimos 50 personas las que nos apuntamos. Llenamos el restaurante, así que imagináos qué tropa…
Pensamos que no había mejor forma de adentrarse en la cultura vasca que probando una buena alubiada, porque los pintxos no lo son todo…, así que ese fue el planning para el sábado 2 de febrero.
A la una y media del mediodía nos reunimos en la estación de tren de Abando, desde donde cogimos el tren que nos llevaría hasta La Peña, barrio donde se encuentra el restaurante en el que comemos siempre.
Sobre las dos y cuarto, sin tener que esperar demasiado, empezamos a comer. El menú: ensalada de entrada, alubiada con sacramentos y postre. Con todo incluído. No es difícil imaginar cómo nos pusimos, ¿no? 😀 Alguno hasta se tuvo que desabrochar el botón del pantalón…
Al terminar de comer hicimos sobremesa y el tiempo voló. Entre conversaciones y risas se nos pasó la tarde, y a las siete dejamos el restaurante para ir a coger el tren de vuelta a Bilbao.
Una vez en Bilbao, los que quisieron (es decir, la gran mayoría, pa’ qué nos vamos a engañar…) siguieron de fiesta con el resto, así que las risas y las anécdotas se prolongaron durante un buen rato más.
¡Qué bien lo pasamos! 😀