AEGEE Bilbao sigue al pie del cañón, no para. Esta vez, conquistando Valencia. 15 de Marzo. 5 intensos días para conocer y disfrutar. Citytour por sus calles, citytour por las fallas, paella, fartones, horchata… No ha quedado nada en pie. Y nunca mejor dicho. Mascletas, la cremá… Hemos sido testigos de los momentos más típicos, importantes y emotivos para los valencianos. Les hemos acompañado, lo hemos disfrutado junto a ellos.
Las mascletas… ruido, dirán algunos. Otros en cambio, lo vivimos como autentica música. Los pelos de punta en el momento más destacado. “Mañana volvemos. No nos podemos perder la próxima!” se comentaba entre los emocionados participantes.
Las caras de sorpresa y admiración ante aquellas enormes y preciosas fallas no las cambiaría por nada, incluida la mía. Todo un año de trabajo reflejado en aquellas impresionantes figuras. Cada cual más grande. Cada cual más bonita. Toda la crítica social que estas transmitían. Lo que los propios valencianos quieren representar a la hora de la quema de las mismas.
Los trajes de las falleras. Cada vez que alguien del grupo veía a una, unía el grupo y no había quien se negara a una foto. “Todo el conjunto es maravilloso. Ole por los valencianos!” decía un participante.
Fuegos artificiales todas las noches. Luces que iluminaban las calles. Le daban otro color a todo. Creaban noches mágicas. “Nunca había visto algo parecido. Ojala se hicieran así en mi país” contaba otro.
El oceanográfic, la ciudad de las ciencias, los paseos por los diferentes parques… nada nos ha dejado indiferentes. Todo tan impresionante como se nos había prometido. Boquiabiertos nos hemos quedado con todo lo que esta ciudad tiene para ofrecer.
En esta ocasión, 24 + 6. Infinidad de nacionalidades. Días para reencuentros y nuevas amistades. Desde ice-breaking games, hasta verbenas nocturnas. Todo ello nos ha servido para conocernos. Para conocer otras costumbres y tradiciones. Y además, participar en ellas. Para, una vez más, darnos cuenta de lo iguales y, al mismo tiempo, diferentes que somos todos. De la diversidad de personas, vivencias, creencias y opiniones.
Por Sara Cámara, encargada del Fundrasing de AEGEE-Bilbao